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lunes, 16 de agosto de 2010

Divagaciones de enamorados: Pido un beso.

Tus ojos me miran, me comen, me abrasan, me atraviesan, me desnudan, me marean... y todo con una sola mirada. Mi corazón se detiene, da un vuelco, juega a malabares imposibles, se descuelga como equilibrista en el más alto de los trapecios, al borde del abismo al que siempre estamos los enamorados, los amantes de lo imposible. Tiemblo y me templo, mi corazón no obedece los designios del resto de mi cuerpo. Y en silencio, en el más sagrado de los silencios, cierro los ojos y pido un beso, suplico un roce de tus labios, no importa si casual o causal a mi desdicha, a mi abandono, al caudal desbocado de mis sentimientos locos. Pido un beso que calme mi alma atormentada y me devuelva el corazón que con descaro me robaste con una sola mirada. Ahora comprendo que eres el más experto de los ladrones, el que se desliza en el interior del alma sin que nadie lo vea acercarse, el que se lleva el objeto más preciado de mi cuerpo sin ni siquiera acercar la mano a él, sin un roce, una caricia de tu piel y me deja desvalida, suplicante porque me sigas robando. Ahora es un beso ¿Y luego qué?

2 comentarios:

  1. Yo también quiero un besooooo!!! Lo ves, si es que algún día vas a escribir sobre tirarse por un puente y yo también voy a querer. No es justo, me manipulas! (jajjaja)

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  2. Si, uso coaccion en mis palabras. ;P Pero es un secreto. No te preocupes, creo k a veces ya te apetece tirarte de un puente sin mi ayuda. Menos mal k estoy para impedirlo. ;P

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