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lunes, 5 de julio de 2010

La cita: Parte 2

Oliver no podía creer que el avión se hubiera retrasado precisamente aquel día. Era una broma del destino, cruel y carente de ironía, que le estaba privando del momento que había esperado durante todo un año. Tamborileó nervioso los dedos sobre la rodilla, un gesto ya más que conocido por los miembros de su banda que llevaban todo el viaje observando sus idas y venidas, sus paseos por el pasillo del avión y el tamborileo incesante de sus dedos.

Hasta que Josh, el guitarrista, perdió la paciencia:

-¿Quieres dejarlo ya?- exclamó malhumorado-Por más vueltas que des o por mucho que te muerdas las uñas el avión no va a aterrizar antes.

Oliver lo miró implorante con sus inmensos ojos verdes, ojos que habían cobquistado al mundo entero, ojos a los que nadie sabía decir que no.

-No te entiendo-añadió tratando de no dejarse intimidar- Podrías tener a cualquier chica de cualquier parte del mundo y solo la quieres a ella. Te desvives por ella... ¿Tan especial es?

Oliver asintió despacio tratando en vano de que sus manos dejaran de moverse solas.

-Para mí lo es, lo más especial del mundo.-contestó con seguridad.

El guitarrista dejó escapar un largo suspiro mientras se revolvía el cabello oscuro pensativo. 

-Entonces no tienes nada de que preocuparte. Si tan especial es ella para ti, tú también debes de serlo para ella. Por lo que te esperará, tardes lo que tardes. 

Oliver bajó la mirada poco convencido.

-Un año sin noticias es mucho tiempo.- murmuró abatido mirando una vez más de reojo las manecillas del reloj.

-¡¿Cómo que un año sin noticias?!-interrumpió Jeremy, el batería, con incredulidad- ¿Quieres decir que no has sabido nada de ella en un año? ¡¿Qué llevas un año entero dándonos la lata y suspirando por ella y no le has escrito ni una postal?!

Oliver asintió y los tres integrantes de su grupo de música: "Oliver & the 3 J's" se lo quedaron mirando de hito en hito.

-Definitivamente no lo entiendo-concluyó Josh sacidiendo la cabeza asombrado.

-Si hubiera hablado con ella, si hubiera oído su voz, con solo haberle escrito una carta y haber leido su respuesta me habría venido abajo, me hubiera faltado la determinación de seguir adelante con mi sueño. Lo hubiera dejado todo y hubiera salido corriendo a estar con ella.-explicó el cantante en un susurro quedo- La única forma de que esto funcionara era mantenerme al margen, imaginar ue ella estaría bien, viviendo su vida. Sino todo habría sido en balde.

Su voz se apagó y el silencio siguió a sus palabras, un silencio conmocionado y meditabundo. En aquel silencio Oliver volvió a recrear el día en que le habían anunciado que lo habían cogido en una discográfica. Recordó la mezcla agridulce de alegría y dolor, de saber que cumpliría su sueño pero que tendría que separarse de ella. Un año era mucho tiempo, pero en un año sus sentimientos no habían cambiado, es más se habían intensificado, cada vez la necesidad era más grande: la necesidad de volver a verla, el deseo de tocarla, de abrazarla, de besarla e incluso de simplemente mirarla. Necesitaba estar con ella, saber que Sora seguía sintiendo lo mismo por él. Y al mismo tiempo una parte de si mismo se despreciaba, se sentía cualpable, se decía que no merecía que ella lo estuviera esperando cuando llegara. Una parte de él nunca se perdonaría dejarla, aquella insulsa despedida y haberla atado a una promesa que tal vez le había impedido seguir adelante con su vida. Había sido tan egoista...

Y volvió a ver su sonrisa el día que le había dicho que se iba, volvió a ver su sincera alegría porque fuera a cumplir el sueño de su vida, y también la insondable tristeza de sus ojos, aquella que nunca hubiera admitido sentir para no entriztezerlo, aquella que escondía tras sonrisas y palabras de apoyo. Pero él la había visto, su tristeza, su soledad, y aún así había preferido ignorarla, había preferido ser cobarde y no enfrentarse a sus sentimientos; a la parte de su corazón que le suplicaba que no se fuera. Había escogido tenerlo todo y por ello temía haber perdido lo que más quería. Si ella se había dado cuenta su egoismo y no aparecía aquella noche se lo tendría merecido. Y sin embargo no podía rendirse, su corazón le exigía luchar hasta el final, luchar por aquello que anhelaba, por lo que lo había mantenido cuerdo el día a día  y lo había hecho enloquecer cada noche. Una promesa.

"Volveremos a encontrarnos aquí mismo dentro de un año"-había dicho con convicción y siempre había sabido que lo cumpliría, que su promesa era inquebrantable. Pero no contaba con la cruda realidad, con que el avión llevara una hora de retraso. Una hora que lo separaba de ella, de la oportunidad de reencontrarse, una hora que ella no tenía porque esperar.

-¿Y si no está cuando llegue?- se lamentó en voz alta.

-Entonces vas y te plantas en su casa- contestó Jasper, el bajo, con su habitual sentido práctico.

Oliver se mordió el labio nervioso.

-Es que no sé donde vive-confesó a regañadientes, consciente de lo estúpido que sonaba aquello.- Se mudó mientras estaba de gira, me lo escribió en un sms con la dirección pero lo borré para no caer en la tentación. Junto con su número de teléfono.

Los tres Js lo miraron como si se acabara de transformar en un verrugoso lagarto verde.

-No tienes solución-decretó Josh ocultándose deliveradamente tras una revista.

-Es definitivo-corroboró Jeremy sofocando una risita con un trago de refresco.

-Entonces más te vale correr cuando lleguemos al aeropuerto- suspiró Jasper exasperado- Y rezar.

Oliver lo miró con los ojos muy abiertos. 

-No sabía que fueras creyente- dijo.

Jasper se encogió de hombros.

-Nunca es tarde para empezar.

Todos corroboraron sus palabras con un asentimiento.

.......

Cuando al fin el avión tocó suelo Oliver no se detuvo ni a recoger el equipaje, gritó por encima del hombro a su equipo que se encargara de ello si querían y sino que lo dejaran donde estaba. Mientras echaba a correr tan rápido como le permitían las piernas oyó los gritos de ánimo quue proferían sus compañeros a su espalda; pero no alcanzó a entender lo que decían.
Fuera llovía a cántaros cuando cogió el primer taxi que se le cruzó delante.

-Al Parque Hill- ordenó al conductor.

Sus dedos no cesaban de tamborilear sobre su rodilla cuando el taxi enfiló al fin la carretera en dirección al parque bajo una lluvia torrencial.

CONTINUARÁ...

2 comentarios:

  1. OOOOO, dime por favor, por favor, que llega a tiempo. Una relación así no se puede romper, por favor!!!!!!

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