Tan lejos, tan cerca,
por fin te das cuenta
de que la distancia
puede ser traicionera.
Puede estar sentado a tu lado,
a millas de indiferencia
o habitando en los más lejano
cuando el corazón tropieza.
Puede ser un abrazo tan frío
y solo un gesto tan cálido,
una palabra puede ser de fuego
y un beso esculpirse en hielo.
Tan lejos, tan cerca
por fin te das cuenta
de que en el amor
no hay distancia
ni equivalencia.
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