Me he perdido
y no encuentro el camino,
de vuelta a tus brazos, tu abrigo,
al manto de tu cariño.
Vivo en un sueño dormido,
de la realidad despedido,
a cuestas con tu despido,
amor por el que desvivo,
aunque no te encuentres conmigo.
Cada noche a la luna suplico,
que me permita ser un suspiro
escapado en sueños contigo,
de tus labios fugitivo,
para posarme como un beso caído
y acariciarte como quien no lo ha querido.
Vivo en un sueño dormido,
de la realidad despedido,
a cuestas con tu despido,
amor por el que desvivo,
aunque no te encuentres conmigo.
Regalaría mi tiempo maldito
por un instante contigo,
porque desde que huiste, cariño,
los días se encadenan al olvido,
minutos se vuelven eternos cánticos,
prisioneros de la fuerza del destino.
Me he perdido
y no encuentro el camino
de regreso contigo,
ni siquiera conmigo,
a dormir en tu abrigo,
arropado por tu cariño,
acostado en tu regazo dormido,
donde no sea un suspiro
prendido en el hilo del destino.
Vuelve conmigo
y ayúdame a encontrar el camino
de regreso del paraje del olvido
y sino déjame navegar a la deriva contigo.
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